martes, 10 de julio de 2012
El día en que cobré el aguinaldo recordé que en la esquina del banco hay un puesto de flores y decidí que me iba a comprar un ramo para mí, porque nunca lo había hecho. Después de retirar el dinero, salí y elegí un ramo de felpillas de varios colores, hermosas, y me fui por la calle contenta a comprar un florero, porque no tenía. Por la calle todos me miraban, por mi sonrisa supongo que creerían que alguien más me las había regalado, y la verdad es que yo sentía que sí, porque el Cosmos me estaba dando flores en forma de muchas cosas, y eso había que festejarlo con flores.
Renata
http://perasduraznosavesfenix.blogspot.com
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Me en cantó esta foto, esa sonrisa auténtica y esa pequeña gran historia de felicidad cotidiana. Yo también soy felz cuando puedo comprarme flores!
ResponderEliminarqué hermosas flores renata, y hermosa historia detrás ;)
ResponderEliminaryo siempre me compro flores, cada dos semanas, cuando ya tengo que renovar. es un mimo para el alma (y mi casa jajaaj)
y una más: QUE GRAN BLOG! vix gracias por presentarlo!
besos a todos!